Ceguera digital
La tormenta se anuncia
con su habitual despliegue
de olor y caricias húmedas,
en medio de una noche
que no deja ver nada.
Sólo pequeños guiños
a lo lejos,
me dejan saber
que no he muerto:
que me escapo y redimo
al sentir el alivio
que deja en mí
el oblivion.
con su habitual despliegue
de olor y caricias húmedas,
en medio de una noche
que no deja ver nada.
Sólo pequeños guiños
a lo lejos,
me dejan saber
que no he muerto:
que me escapo y redimo
al sentir el alivio
que deja en mí
el oblivion.
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