Entradas

Mostrando las entradas de diciembre, 2006

Ay, dolor!

Llora mi pluma lágrimas negras, que encuentran en un papel desgastado su última morada. Lloran porque no encuentran descanso en el recuerdo de tu adiós. Porque no pueden decir nada; se han quedado mudas ante el dolor. La impotencia que me he causado; la tristeza que rebasa al más azul que haya escuchado. Después de todo, queda el silencio que ensordece, que desgarra que...