A media luz

Escondes la viveza de los astros
en una bruma de sombra adormilada:
esa nube de estrellas naciendo
en el rojo vivaz, en medio de la Nada.

Se llenan tus campos
de olores frescos
y de sonrisas olvidadas:
Niña! Qué vuelcos tengo,
al verte anonadada!

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