Maldito

No me encuentro en mis palabras
ni en este cielo de ojos inmóviles
que dialogan con lo eterno,
en la rudeza de una flor
en la penumbra

No soy yo en el otro
ni en vidas pasadas

No me escucho en estas
pláticas infructuosas
con el silencio

Porque no me reconozco
en este cuerpo trémulo.

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