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Mostrando las entradas de septiembre, 2010

Supernova

Ahí va este hombre delirante con el código del Mundo en sus manos, diciéndole a todos que no está loco. Lleva el peso de los siglos como un pípila del Tiempo, con su ejército de impíos transformándote en unos y ceros. Explota, hombre de mil soles; derrota todos tus miedos. Vence a la ignorancia y danos nuevos bríos.

Reflejo delirante

En ese espejo que no refleja la vida de tus poros, te observas, infinita como un suspiro que flota en la conciencia, te inclinas ante esa materia etérea y desnudas en la mente los deseos, ateridos por el frío del Universo.

Cajeme

Torcido en la infinita brisa deliras, en busca del líquido que acabe tu tormento. Eso de jugarle sucio al Tiempo te lleva a fenecer en un intento, a revolcarte sin clemencia en medio del Viento siendo una agonía. Cactus sin miedo y sin sustento, flotarás por siempre en el desierto sin salida.

Caza ajena

Levantado el vuelo cazas, gato en un cuenco argento, confuso ya es jugar a ser tu mismo sino vieres al ratón convertido en latón. Trepas entre la madera y rafia esperando encontrar algunos trozos de verdad carnívora y con gozo descubres tuya cruda realidad. Corres luchando con el mismo Diablo, adelantas un paso trepidando el charco delirante de cemento. En este balanceo eterno confluyen los actores de tu drama incierto que tragar y ser tragado intuyen.

I

Gotas de luz traspasan el vaso, difractando la noche con soledades solares e historias de pájaros eufémicos y la cerveza, llena de verdad me hace creer mis falsedades. Así, mojado de la lluvia de una lámpara, te observo y sonrío.

Mi-edo

Escucho rasgarse la membrana que detiene tu huída, la que te desentiende de la puta indecisión, esa pendeja que carcome las entrañas de su huésped y no lo deja levantarse del asiento y girar el picaporte; de nuevo me gritas ¡Lo siento! y corres, dejándome esta herida.

Poefilia

En tu esencia errante, has ido, Poesía, definiendo los bordes de los cerros, mojando las tierras con los rayos de mil soles delirantes, alternando la aurora y el nocturno brío. Pero ya no se divisan los cerros, las tierras sedientas de luz se mueren de hastío; sólo te despertamos de tu sueño yermo, los locos, los impíos. Hija de Brigit: no has muerto!

Náufrago

Zarpando en el barco de mis pensamientos, respiro la breve brisa del mar, que me recuerda la frescura de tu aliento; la Vida deslizándose en los dedos del sueño, dejándome en un naufragio en el que tu recuerdo es mi isla.

I

La mañana se empeña por pasar a través de mis dedos, sin importarle el trasiego de la víspera y el insomnio creador. Y en este diálogo con el resabio del sol escuché el vino de tu cuerpo-ánfora correr.

Fatiga

Te reclinas como buscando el alivio a todos los pasajes, olores y viajes que has transcurrido, aunque nadie sabe en dónde dejaste eso que no te libera de ser un pípila del Tiempo.

Adicción

Bebiendo la tinta por los ojos desnudas mis argumentos, desmenuzas todo lo que te digo en el papiro eterno; compartes tu adicción con cientos que juegan a contratiempo y le echas la culpa al jazz que se escucha desde el viejo café que otrora frecuentaras. No te queda más remedio que terminar y buscar en algun barco otro shot de tu alivio.

Monorueda

Balanceando la vida en tus brazos, defino el contorno del día, a veces cayéndome, otras tantas burlando la cara del suelo, alternando las causas de tu vaivén, planeando o volando, pero siempre jugando contigo, aire; jugando a que juego sin tí.

Biblios

Con tu esqueleto de acero y tu piel de vidrio, escuchas al bronce repicar, en medio de una llanura gris con acróbatas del miedo y muchachas ansiosas pasando ante ti, que nunca vislumbran tus entrañas, llenas de viajes y de tonos de otros lugares, con el secreto de la alquimia y lo exacto de los versos. Te descubro, fósil del cuento, y ante ti,tiemblo.

Amargo grito

Me colapso en la espera de tu víspera, en que dejas al Viento escapar por las cumbres escarpadas de tu miedo; las visiones anunciadas, los romances imaginarios. Cuelgo el teléfono y la lengua amarga se entumece. Respiro y sigo esperando.

Acuífero

Cuando la vida se te escapa en un leve suspiro del alma, persiguiendo visiones en medio de la nada; sin los vicios que carcomen la piel y las plantas de los pies que no saben, que no sienten si van o si vienen, en una ciudad fantasma en la que nadie lo entiende. Todo se pudre flotando, en el aire, lleno de penas y amores, de silencios y canciones. Cuando la vida te alcanza, pisando tus pasos, tropieza y confunde la fe con retazos.

Agua espejeante

Imagen
Flotas en medio de esos muros como una humeante realidad, en espera de la serpiente emplumada que recorra tus aires, de los tiempos añejos en que vislumbrabas onyx y tezontle, cuando el aire se haga uno con tu luz, y que deje flotar el Tiempo. Casa Barragán, Ciudad de México, México

Febril

Por eso me gusta recitarte, leerte, medir tus versos con la punta de mi lengua, respirar tus palabras con mis ojos, empuñar tus armas con el fuego hondo. Por eso me gusta recorrerte entre naufragios, volviéndome loco, sudando de a poco en poco, devolviendo al Infierno lo que no será. Volviéndome, loco.

Digital

Con las yemas de los dedos, defino las hebras que me llevan a tu cielo; a ese aposento que me hipnotiza con la aurora, con acentos sutiles y con cuentos, de esos que surgen del alma, que surgen sin hielo. Con las yemas de los dedos defines mi Tiempo.

Acción en la ficción

Esperando la espera, el cielo desespera, sin que haya preguntas que respondan sus palabras; acaso una guerra, una guirnalda pero no desaparece la ficción: solo se mezcla con la nada.

Circunnavegación

Ahora eres aire que flota buscando rescoldos de tiempos pasados en los viajes futuros; vas atrapando globos llenos de esperanza atavíos de cerros lejanos, con caminos arrumbados y con hombres de juguete y de amaranto.

En mí

Yo te conozco de milenios atrás; cuando los mares tenían otras banderas cuando las vidas no eran tragedias, yo te conozco. Te reconozco en mí y con mi acierto de ser un fluir, me llenas de brisas, me llenas de mar.

Del mar al aire

...encontré tu rostro en la arena bordeando el sol que refleja lo serena que es la marea; las curvas de tu vida, que desnudan los brillos de mis ojos. De pronto embraveces y retumbas entre los locos que se atreven a desafiar la mirada ... de tus ojos