Cielo de sal

Inquieto,
dejo atrás el cielo de sal
que me hizo encontrarte,
cuando nunca te había perdido,
llenándome de arena,
donde no pasan autos,
donde no pasa nada,
donde los bravos desafían
lo que se rompe sin cristales,
donde los novios se confiesan mutuos
los sueños unidos con metales.

Playa Salahua, Manzanillo


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Desgana

Profundo negro

del Viento al Viento