Mar por-dentro
No es que seas etérea ni que la fidelidad sea un himno que no sepa cantar Sólo es que no sé en que puerto encallar la eslora de mi felicidad
A veces la respuesta viene inesperada, inhóspita, inconspicua, creciente entre las piedras,permeando la sinceridad y los miedos,pero,aunque no llegue,siempre habrá una oración pidiéndola.